Programación, patentes e IBM
Por una nota de Lawrence Lessig, me acabo de enterar que IBM ha hecho público su compromiso de permitir el uso de 500 patentes a todos los desarrolladores de programas informáticos con licencias que estén aprobadas por la Open Source Initiative. Todo ello, siempre que los participantes en proyectos de desarrollo libre o abierto no intenten llevar a IBM o a otro proyecto libre o abierto por infracción de patentes.
Hasta aquí, parece una buena noticia. No tanto por el gesto de la multinacional estadounidense, sino por lo que este implica: se pueden hacer negocios al más alto nivel con lo que otros programan. Y esta colaboración es beneficiosa para todos (algo que las licencias libres y abiertas promueven explicitamente). Destruirla sería empobrecer injustificadamente los recursos comunes.
Ahora, creo que tiene su parte negativa. No tanto por IBM (cuya cartera de patentes es mucho mayor), sino por lo que supone el mismo sistema de patentar programación. Teóricamente la Convención Europea de Patentes que está en vigor excluye la programación (los programas de ordenador) de lo patentable en el artículo 52, 2c, por considerar que no son invenciones. No es sólo que las patentes de programación se presten a abusos (éstos son inherentes a las patentes mismas), sino que la informática se escribe, se descubre en todo caso, pero tiene de invención lo de las matemáticas.
El problema realmente grave es que a pesar de que la normativa europea es clara, en Europa se han concedido ya más de 30000 patentes de programación, que se dice pronto. La Comisión Europea está desde hace ya unos cuantos años empeñada en sacar una directiva que permita la patentabilidad de la programación informática (aunque la mayoría de la gente especializada en informática se oponga). Incluso el Parlamento Europeo votó en contra en semptiembre de 2003. Pero el Consejo de Europa pretende aprobarla, incluso en sustrayendo la votación al Parlamento.
La historia (como casi todas las de extremismo en la «propiedad intelectual») es de miedo. Ha habido demasiadas chapuzas, como para pensarse mucho la cesión de soberanía que votaremos con la Constitución Europea. Los motivos que la Comsión Europea son la «armonía legal» con Estados Unidos y Japón, que permite patentes de programación y de métodos de negocio, con lo que la mayoría de patentes se concederían a multinacionales no europeas (y eso que se introducen para revitalizar el mercado). También hay que «solucionar» la chapuza de las más de 30000 patentes ya otorgadas. Y como parece el estilo de la UE en temas de «propiedad intelectual», la «armonización» o regulación es siempre de máximos.
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